¡Muy buenas! Los financiers son unos bizcochitos individuales, de origen francés, con forma de lingote. Su sabor me recuerda al de los famosos macarons, con los que comparte muchos ingredientes, como la almendra molida, la clara de huevo y el azúcar. Aunque su elaboración es mucho más fácil y rápida que la de los macarons. En unos minutos podremos disfrutar de un tierno y delicioso bocado, perfecto para la hora del té o del café.
Estos pequeños pasteles tienen una larga historia, ya que comenzaron a elaborarse en el siglo XVII por las Hermanas francesas de la Orden de la Visitación. Por aquel entonces, recibían el nombre de “Visitandines”. Empezaron a ser más conocidos a partir del siglo XIX, cuando un pastelero francés llamado Lasne comenzó a comercializarlos en su pastelería, que estaba cerca de la bolsa. La mayoría de su clientela estaba formada por financieros, que buscaban pasteles pequeños, con los que no se ensuciaran los dedos. Lasne también tuvo la idea de cambiar la forma de los bizcochitos, ya que originalmente era ovalada.
Hoy os muestro la receta base de este dulce, también conocido como bizcocho financiero. Sin embargo, podremos darle un toque especial a la receta base de múltiples formas: aromatizando la masa con la ralladura fina de algún cítrico, espolvoreando algunos trozos de almendra por encima, añadiendo a la masa un poco de crema de avellanas o cambiando la almendra molida por pistacho molido. Todas estas variantes le darán un toque diferente, pero delicioso, a la masa.
Uno de los ingredientes de los financiers es la mantequilla avellana o beurre noisette. Recibe este nombre por el olor y el color que adquiere la mantequilla al calentarla. Además de utilizarla en repostería, para dar sabor a la masa, también se utiliza en recetas de carne, pescado o como aliño de ensaladas.
Financiers o Bizcochos Financieros
INGREDIENTES
- 60 g azúcar glas
- 30 g almendra molida
- 20 g harina de trigo o harina común
- 50 g mantequilla sin sal
- 60 g claras de huevo
Elaboración paso a paso
- Empezamos poniendo en un bol el azúcar, la almendra y la harina. Luego, con unas varillas, mezclamos los tres ingredientes hasta que desaparezcan los grumos.
- Después, ponemos la mantequilla en un cazo y la calentamos a fuego medio para hacer la mantequilla avellana. Debemos remover la mantequilla con unas varillas hasta que cambie de color y desprenda un olor similar a frutos secos. Lo mejor es no quitarle el ojo de encima, ya que tarda unos minutos.
- Seguidamente, retiramos del fuego y añadimos la mantequilla avellana a los ingredientes secos, pasándola por un colador. Con una espátula, mezclamos hasta integrarla.
- A continuación añadimos la clara de huevo, poco a poco, mientras seguimos removiendo, hasta que se integre.
- Antes de hornear debemos dejar que la masa repose un poco en la nevera. Así que, la tapamos con film, pegando el plástico a la masa y la dejamos reposar. El reposo hará que la mantequilla se endurezca y eso permitirá que la masa suba mejor durante la cocción. Se puede dejar reposar desde 30 minutos o hasta el día siguiente. Si la dejáis hasta el día siguiente, deberéis sacarla de la nevera unos 30 minutos antes de hornearla.
- Mientras reposa la masa, calentamos el horno a 170 ºC, calor arriba y abajo.
- Después del reposo, sacamos la masa de la nevera, la pasamos a la manga pastelera y llenamos el molde. Debemos intentar poner la misma cantidad de masa en cada uno de los huecos.
- Después, damos unos golpecitos al molde sobre la mesa, para que la masa se asiente bien. Metemos el molde al horno a media altura y horneamos de 15 a 20 minutos o hasta que cojan un bonito color dorado. Si utilizáis el molde para financiers grande, será más tiempo.
- Una vez cocidos, sacamos el molde del horno y lo colocamos sobre una rejilla.
- Después de unos minutos, cuando ya no queme tanto, desmoldamos y, ¡listos! Podéis espolvorearlos con un poquito de azúcar glas por encima.
Notas
- Ojo con la mantequilla. En cuanto empiece a dorarse, hay que retirarla del fuego para que no se oscurezca demasiado. Si lo hace, no le daría buen sabor a la masa.
- Si no tenéis un molde para financiers, no pasa nada. Podéis utilizar el molde para cupcakes o cualquier otro molde que tengáis por casa.
- Si utilizáis un molde metálico, debéis engrasarlos con un poco de mantequilla y espolvorearlo con harina para que no se pegue el bizcocho.
UTENSILIOS:
- Molde para financiers mini o un molde tamaño normal.
- Una manga pastelera
Espero que esta receta de financiers os sirva de ayuda y que os animéis a prepararla. Como siempre, podéis compartir vuestras fotos en las redes sociales y etiquetarme para que yo pueda verlas. Os espero en Facebook, Twitter, Instagram y Google+.
También podéis echarle un vistazo a estas dos recetas: Panna Cotta de Chocolate y Receta de Bizcocho de Zanahoria Fácil.
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hola, debo se un poco patosilla pero no me salen estos bizcochos. lo he intentado varias veces pero no hay manera. la textura de la masa antes del horneado es semiliquida con aspecto de cortada, pense que había introducido la clara sin el batido a punto de nieve pero en la siguiente masa probé al contrario y tampoco. durante la cocción el bizcocho no solo no sube sino que burbujea y después de doblar el tiempo de cocción porque no se hace, quedan calcinadas, de aspecto arenoso y liquidas por dentro. un desastre. yo se que quien la sigue la consigue, pero algo debo estar haciendo mal y necesito encontrar el error. Perdona x la extension. Mil gracias.
¡Hola! Seguro que la próxima vez conseguimos que te salga la receta :) Voy a intentar ayudarte.
– Lo primero que debes comprobar es que las cantidades de los ingredientes coinciden. Por eso, es muy importante pesar cada uno de los ingredientes.
– Luego, por lo que leo, has montado las claras a punto de nieve y no es necesario hacerlo. En el punto 4 indico cómo hay que integrar las claras a la mezcla. Debemos incorporarlas, poco a poco, mientras seguimos removiendo. Las claras de huevo no hay que montarlas. También, puedes ver cómo lo hago en el vídeo de la receta.
– Una vez que hayas integrado todos los ingredientes, y te quede una masa homogénea y sin grumos, la dejamos reposar en la nevera. Durante el reposo, la mantequilla se endurece y eso hace que la masa suba mejor al hornearla.
– El tiempo de horneado suele variar. Depende de tu horno y de la cantidad de masa que pongas. Puede que sean 3 o 4 minutos más o meno, pero no el doble de tiempo. Lo mejor es que te guíes con las indicaciones que doy y la primera vez estés pendiente para que no se quemen.
El resultado final es un bizcochito pequeño, con los bordes crujientes y el centro tierno.
Espero que ésto te ayude. Si necesitas algo más, solo tienes que escribirme. Un abrazo :)