¡Muy buenas! Estoy segura de que estas rosquillas de calabaza os van a encantar. No sólo porque son muy sencillas de hacer, sino porque cuando te las comes, te sorprende gratamente.
Sé que a mucha gente no le gusta la calabaza, pero eso no es excusa para no hacer estas rosquillas. El puré de calabaza le aporta suavidad y jugosidad a esta receta y las especias le dan una delicada mezcla de sabores.
Rosquillas de Calabaza
Ingredientes
- 250 g de harina de trigo o harina común
- 150 g de azúcar moreno
- 100 g de azúcar blanco granulado
- 1 ½ cucharaditas de polvo de hornear
- Una pizca de sal
- ¼ cucharadita de nuez moscada en polvo
- ¼ cucharadita de jengibre en polvo
- ½ cucharadita de canela en polvo
- 3 huevos medianos
- 100 g de aceite de oliva suave o aceite de girasol
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 220 g de puré de calabaza (pincha aquí para ver la receta)
para decorar
- 4 o 5 cucharadas de azúcar blanco granulado
- Canela en polvo al gusto (yo he puesto 1 cucharadita)
Utensilios
- 1 bandeja para rosquillas (un poco de aceite y harina para engrasar la bandeja)
- 1 manga pastelera
Si no tenéis un molde de este tipo podéis utilizar cualquier otro, pero ya sabéis que el tiempo de cocción variará dependiendo de la cantidad de masa que echéis en el molde.
Lo mejor es tener dos bandejas para rosquillas. Así podremos hacerlas casi todas de una sola vez, ya que en cuanto echamos el polvo de hornear en la masa empieza a hacer efecto.
Elaboración
- Empezamos precalentando el horno a 190º C. calor arriba y abajo.
- Engrasamos la bandeja para rosquillas con un poco de aceite y harina. Retiramos el exceso de harina y reservamos.
- En un bol grande, echamos todos los ingredientes secos y mezclamos.
- En otro bol grande, ponemos todos los ingredientes húmedos y mezclamos hasta que se integren.
- Ahora, a la mezcla de ingredientes húmedos le echamos la mitad de los ingredientes secos y mezclamos hasta que no nos queden grumos. Echamos el resto de los ingredientes húmedos que nos quedan y seguimos mezclando hasta obtener una masa homogénea.
- Pasamos la mezcla a la manga pastelera (para que así nos sea más fácil repartirla) y vamos rellenando los huecos de la bandeja para rosquillas. Llenamos más o menos hasta la mitad.
- Metemos la bandeja al horno y horneamos durante 14/16 minutos aproximadamente, o hasta que empiecen a dorarse. El tiempo de horneado dependerá de la cantidad de masa que hayáis echado en el molde. Para saber si ya están hechas las rosquillas, podéis pinchar una con un palillo y, si éste sale limpio, ya estarán listas.
- Las sacamos del horno y las dejamos enfriar unos minutos, para que al desmoldarlas no se nos rompan.
- Mientras, mezclamos las 4 o 5 cucharadas de azúcar blanco con un poco de canela en polvo.
- Cuando la bandeja ya no queme, volcamos nuestras rosquillas sobre una rejilla y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela. ¡Y ya las tenemos listas!
Recién hechas están muy ricas, pero varios días después lo están aún más.
Estas rosquillas de calabaza son de esas recetas que se pueden preparar con antelación porque duran bastantes días.
¿Os animáis a preparar estas rosquillas de calabaza? Si es así, espero vuestras fotos, ya sabéis que me hace mucha ilusión verlas.
Espero que os haya gustado la receta de hoy :)
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Hasta el próximo vídeo :)
Hola me gustaría saber si se pueden freír igual k una rosquilla normal o solo se pueden hacer en el horno.
Muchisimas gracias.
¡Hola! Esta mana es para el horno, no quedaría bien si se fríe. Un saludo!!!